Ser redactor SEO en tiempos de IA, fórmulas mágicas y matrices sin alma, es muchas veces cargar con responsabilidades que no nos corresponden. Porque cuando el contenido no posiciona, pocas veces se mira el brief, el enfoque del tema o la estrategia de keywords. Se señala al redactor. Y no, no siempre es culpa del texto.
Aquí van cinco dolores reales —de esos que no se ven en los reportes pero se sienten en cada entrega— que atravesamos los redactores SEO que hacemos contenido con criterio, no con piloto automático.
1. Briefs hechos por IA sin revisión humana
Recibimos indicaciones con contradicciones, errores conceptuales o líneas editoriales que cambian de párrafo en párrafo. Se nota que nadie leyó el brief antes de enviarlo. Y claro, arreglarlo toma tiempo, tiempo que nadie reconoce ni paga.
Consejo al que hace el brief: léelo, entiende la marca, enamórate de la marca, conoce los temas de la marca y recién arma el brief. No es hacer por hacer, ¡es sumar con cada acción!
2. Temas mal planteados desde la matriz
No basta con tener una keyword: hay que entender la intención de búsqueda. Pero muchas veces el tema que nos asignan no responde a ninguna pregunta real del usuario, o mezcla el funnel sin lógica. Resultado: el texto no posiciona… y la culpa cae sobre quien redactó, no sobre quien eligió el tema.
Me ha pasado que me ponen un tema y un enfoque que nada que ver con el foco. Si yo como redactora que no soy un especialista en tema me doy cuenta que no va, un especialista que entre a leer tampoco lo sentirá útil.
3. Se olvidan del target y de la marca
En teoría, el contenido tiene que vender o posicionar. En la práctica, muchos briefs no consideran ni al público objetivo ni al tono de la marca. Nos hacen escribir como si fuera Wikipedia, cuando deberíamos conectar con un lector real.
Tú que haces el brief: El SEO no reemplaza la comunicación. Hay un lector humano detrás, no sólo los bots de Google, no solo la IA que jala extractos. Ponte en el lugar de tu lector ¿realmente leerías un artículo con la estructura y foco que diste?
4. Nos exigen resultados sin brindar condiciones estratégicas mínimas
Piden que el contenido posicione, pero no entregan palabras clave con intención clara, ni contexto de búsqueda, ni referencias válidas (las fuentes muchas veces son jaladas de los pelos y sin autoridad real). A veces, ni siquiera se define el objetivo del artículo con claridad. Y peor ponen más de un buyer como foco cuando cada buyer es diferente. No se le habla igual a un estudiante que a un emprendedor o que a un profesional con un posgrado.
Esperan que el texto funcione “porque sí”, como si la optimización fuera automática y no parte de un trabajo editorial consciente y bien planteado desde el inicio.
El SEO no es magia: necesita dirección, contexto y foco.
5. No todos los redactores SEO somos operativos: también hay estrategia detrás
Muchos redactores no llegamos al contenido por azar. Algunos —como es mi caso— venimos de carreras como Literatura, Comunicación o Marketing, y hemos pasado por el trabajo editorial real: desde la estructura hasta el enfoque.
No solo escribimos: pensamos, decidimos, afinamos. Y cuando se nos involucra desde el inicio del proceso, aportamos una visión que ahorra errores, tiempo y recursos. Reducirnos a ejecutores es perder una parte valiosa del potencial del contenido.
Nota: No soy tu mejor opción como redactora SEO si buscas un freelance pasivo. Yo pongo comentarios con cada duda que tenga en un brief o en cada inconsistencia que vea en este documento. (Costumbre de literato).
¿Odiaste mi columna de opinión? ¿O te sentiste identificado? Toda opinión es válida. Este texto es humano, es real y la intención es abrir el debate y que otros redactores opinen de los puntos de dolor que encuentran en su trabajo. Como profesional mi interés es que mi trabajo sume y cuando me siento encasillada a un rol operativo en el que noto errores desde arriba sobre los que no puedo hacer nada (porque solo hay que seguir indicaciones), prefiero dar un paso al costado, no sin antes decir el motivo (con fundamentos, obviamente).
En fin, cuéntame en los comentarios cómo son las matrices que te dan en tu trabajo. ¿Son coherentes? ¿Notas que se hicieron con IA sin revisión? Ojo, el uso de la IA no lo veo mal en una matriz, siempre y cuando haya un trabajo humano detrás y no una automatización neta: la IA tiene errores aún y debe ser usada como una herramienta no un sustituto del trabajo. ¿Qué opinas? ¡Te leo!
