
Desde hace pocos meses, has podido notar, al ingresar a motores de búsqueda como Google, cómo aparecen respuestas a tus preguntas sin necesidad de entrar a ningún sitio web. ¿Por qué sucede esto? Porque Google y otras plataformas utilizan inteligencia artificial para mostrar fragmentos o resúmenes directos que resuelven tu duda al instante, evitando el clic hacia la página original. Esto es lo que llamamos el fenómeno del “no-clic”.
Esta nueva funcionalidad es genial para los usuarios, pues acceden rápido a la información que necesitan. Pero ¿qué pasa con el trabajo SEO que se venía haciendo en la web? ¿El SEO y la redacción SEO han muerto? Mi respuesta es clara: no. Más bien, es momento de reinventarnos y adaptarnos a los cambios en los hábitos de búsqueda y consumo de contenido.
¿La IA ha cambiado el SEO?
Sí, ¡por qué negarlo! Sin embargo, como en toda área, esto debe ser visto como un reto y una oportunidad. Ahora debemos aprovechar este cambio y demostrar que somos capaces de crear contenido útil para los usuarios, que a la vez pueda ser recomendado por la IA.
¿Cómo lograr la generación de este contenido?
Partamos por entender qué recomienda la IA, pero sin dejar de lado al lector, ya que es su prioridad. Crear contenido que responda con profundidad, claridad y originalidad es clave. La IA busca valorar la experiencia, el conocimiento y la autoridad, pero siempre pensando en la utilidad para las personas.
Es cierto, este enfoque puede ayudarnos a aparecer en Discover u otras plataformas con IA, logrando mayor visibilidad sin necesidad de clics inmediatos. Pero, ¿qué pasa con los clics y vistas a tu web?
¿Cómo evitar el “no clic” y atraer visitas a tu sitio?
Para evitar que tu contenido solo aparezca como respuesta directa sin que el usuario visite tu web, es necesario ofrecer algo que la IA no pueda entregar completamente en un fragmento breve: profundidad, contexto, valor añadido y experiencia exclusiva. Algunas estrategias pueden ser:
1. Crea contenido complementario
Aunque puedas generar un tutorial como “¿por qué mi perro no quiere comer su alimento?” y responder esta pregunta en tu primer párrafo, da contenido complementario y especializado en tu texto, esto además te ayudará a incluir un CTA.
El contenido complementario podría ser: “Guía para alimentar a tu perro”.
Y el CTA podría ser: “¡Descarga la guía para motivar el apetito en tu mascota!” o algo así.
2. Diversifica tu contenido
Aunque la IA puede generar respuestas rápidas, hay usuarios que quieren profundizar más y no solo leyendo. Entonces, ¿por qué no apostar además por otros formatos como infografías, videos o podcast?
En mi experiencia y con formación en Literatura, puedo decir que los artículos bien fundamentados no son lo único que podemos hacer como redactores, sino que también podemos trabajar con guiones para videos, directrices para publicaciones gráficas y colaborar con diseñadores y productores para generar contenido único y creativo. Así que el trabajo de redactor no ha muerto; hay que aprovechar nuestras habilidades y conocimientos para seguir siendo útiles.
3. Anímate por una columna de opinión
Esto hace que no solo des respuestas rápidas, sino también contenido original que sea extrapolado por la IA en sus respuestas, y que despierte el interés de los lectores deseosos de saber más. La IA les genera una respuesta, pero ¿cómo saben que es verdad? Porque un especialista con autoridad lo dice o porque un columnista cita fuentes reales.
4. Optimiza para intención y contexto, no solo para palabras clave
La inteligencia artificial de Google no solo lee palabras, sino que interpreta la intención de búsqueda y el contexto detrás de cada consulta. Por eso, ya no basta con repetir una palabra clave para posicionar (si creías que era así ¡estás frito!). Es fundamental comprender qué necesita realmente el usuario y cubrir todas las posibles variantes y dudas relacionadas. ¡Ponte en el lugar del lector! Nada más simple y complicado que eso.
Imagina que buscas “qué agencia SEO contratar” pero no tienes idea de qué es SEO. Si tu contenido solo habla de características técnicas sin explicar qué es SEO o por qué es importante, probablemente no conectarás con el usuario. En cambio, si respondes esa necesidad básica desde el inicio, el lector se sentirá acompañado y entenderá mejor la información que sigue. Por ejemplo, yo me animaría a estructurar este contenido así:
- ¿Qué es SEO? — Aquí iniciaría con una explicación clara y sencilla para que cualquier lector comprenda de qué se trata, directo al grano. Después, iría abordando las dudas frecuentes en cada sección, facilitando la comprensión progresiva.
- ¿Por qué necesito hacer SEO en mi web? — En este apartado, haría una lista concreta de los beneficios reales, mostrando cómo el SEO afecta directamente la visibilidad de la web y, en consecuencia, el crecimiento del negocio.
- ¿Qué pasa si no invierto en SEO? — Aquí incluiría un ejemplo concreto, no solo una lista, para mostrar el impacto real de no hacer SEO. Justo debajo, podría añadir un cuadro comparativo o una infografía que ilustre claramente qué sucede cuando se invierte y qué pasa si no se invierte en SEO.
- ¿Cuánto cuesta hacer SEO? — En este punto pondría un precio o al menos un rango aproximado. ¿No te molesta querer saber cuánto cuesta o cuánto cobra alguien y que no te lo digan? Es cierto que los precios pueden variar y que la competencia podría usar esa información para ajustar sus ofertas, pero si alguien está buscando esto, quiere saber al menos una cifra realista. Además, ser transparente con este dato puede ayudarte a captar leads más calificados y generar confianza desde el principio.
Finalmente, cerraría con un llamado a la acción (CTA) que invite a seguir aprendiendo o a tomar una acción concreta, como descargar una guía SEO o consultar con un especialista SEO.
Este enfoque no solo cubre la intención y el contexto, sino que también aporta valor exclusivo que la IA no podrá resumir en un fragmento breve. Así, el contenido es más profundo, cercano y útil para el lector, evitando que el “no-clic” termine siendo un obstáculo.
¿Te resumo lo que acabo de decir? ¡Vamos con ello! El “no-clic” no significa el fin del SEO ni de la redacción SEO, sino un llamado urgente a adaptarnos y evolucionar ¡aquí, ahora! La inteligencia artificial ha cambiado las cosas, pero hay que saber aprovechar su potencial creando contenido auténtico, profundo y orientado a las necesidades reales del usuario. No olvides que detrás de cada búsqueda hay una persona, con dudas, expectativas y ganas de aprender. Si tú tienes las respuestas, ¡tu tráfico web no se habrá perdido ni tu trabajo de redactor o SEO!